En este nuevo post de “Aquellos Chalados y sus Locos Cacharros” he querido homenajear tras su fallecimiento el pasado 2 de Julio de este mismo año 2013 Douglas
Engelbart, cuyo gran interés y objetivo como invento ha sido comunicar al ser humano y a la máquina, posicionándose como uno de los padres de la informática. Muchas de las ideas de este visionario, siguen plenamente vigentes hoy en día, entre ellas y entre nuestras manos, el RATÓN.
Aprovecho el concepto “ratón” y la intención siempre de “humanizar” de Engelbart, para hacer un guiño a la obra de John Steinbeck “De ratones y Hombres” como conclusión a este post.
El ratón o mouse, inventado por Douglas Engelbart en el Stanford Research Center en 1963, e impulsado por Xerox en 1970, es uno de los más grandes inventos en la ergonomía de computadoras porque libra a los usuarios en gran medida del uso de teclado.
Los ratones para ordenador entraron en la escena pública con la introducción de los ordenadores Macintosh en los años ochenta, y desde entonces han ayudado a redefinir la manera de usar los ordenadores. Aunque fue originalmente concebido en los años sesenta, tuvo que pasar un par de décadas antes de que el ratón informático fuera aceptado para uso público. En esta entrada del blog vamos a contaros curiosidades sobre el ratón y vamos a conocer más sobre su funcionamiento, sus orígenes, su inventor, sudesarrollo y sus posiblidades de futuro.
¿Cómo se captura el movimiento de un ratón mecánico estándar? .
Al arrastrar el ratón sobre una superficie, gira la bola interior, y ésta a su vez mueve los rodillos ortogonales. Éstos están unidos a unos discos de codificación óptica, opacos pero perforados, dependiendo de su posición pueden dejar pasar o interrumpir señales infrarrojas de un diodo LED.
Estos pulsos ópticos son captados por sensores que obtienen así unas señales digitales de la velocidad vertical y horizontal actual para trasmitirse finalmente a la computadora.
En una primera fase de la informática, no había necesidad de apuntar a las cosas porque los ordenadores usaban interfaces bastante básicos para funcionar, como las máquinas de teletipo o tarjetas para introducir datos. Los terminales de texto más tempranos no hacían nada más que emular un teletipo (usando la pantalla para reemplazar el papel), por lo que pasaron algunos años antes de que las teclas con flechas apareciesen como elemento en la mayoría de los terminales.Los editores de pantalla completa fueron los primeros dispositivos que se beneficiaron realmente de los cursores con flechas, y ofrecieron a los usuarios la primera manera de apuntar.
También los punteros bolígrafo fueron usados en varias máquinas como dispositivos para apuntar hacia objetos durante muchos años, y otros elementos como los joysticks y similares fueron muy populares en los años setenta. Sin embargo, ninguno de estos realmente despegó como un puntero estándar para que la gente los utilizara.
Antes de que naciera el ratón tal y como lo conocemos hoy en día, en los años 50 y en Canadá apareció el trackball, un sistema de control que hoy está ya casi en desuso debido al avance de los paneles táctiles.
En 1952, el Comando Marítimo de las Fuerzas Canadienses contactó con varias empresas que pudieran estar interesadas en participar en varios proyectos que involucraban a las Fuerzas Armadas, Universidades y compañías privadas. Uno de esos proyectos pretendía crear una máquina que fuera capaz de compartir datos de radares y sonoros en tiempo real, para que todos los combatientes pudieran tener una visión unificada del campo de batalla. Este proyecto fue conocido como DATAR y fue creado por Tom Cranston, Fred Longstaff y Kenyon Taylor como parte de ese proyecto secreto militar para la Marina canadiense.
Los trackball son básicamente, una bola insertada en un soporte con diversos
sensores de movimiento que detectan el giro de la bola. Este artilugio nunca llegó a ser patentado, pues se trataba de un secreto militar, e increíblemente utilizaba una bola de bolos como elemento de control del cursor en pantalla. No obstante, es el primer ejemplo del que se tiene constancia de un “dispositivo apuntador” (pointing device)
El primer ratón consistía en un dispositivo abultado y de madera y que pese a su aspecto primitivo, su funcionamiento no era muy diferente del de los ratones de hoy en día. Disponía de dos ruedas colocadas de manera perpendicular una de la otra; la rotación de cada una de ellas era traducida en movimiento a lo largo de un eje. La primera demostración pública se hizo en el año 1968. Y en 1974, le fue concedida a Engelbart la patente número US3,541,541, que describía a este primer y originario ratón como “un indicador de posición X-Y para sistemas de visualización”.
Con este nuevo elemento se lograba por primera vez que hubiese un intermediario directo entre el hombre y el ordenador. El teclado ya existía, pero requería el conocimiento de lenguajes informáticos para transmitir las órdenes. El ratón, en cambio, era una verdadera extensión del ser humano en la máquina, y algo que cualquiera podía manejar.
La creación del ratón es obra de Douglas Engelbart. Engelbart, que junto a su colega del Instituto de Investigación de Standford, Bill English, creó el primer prototipo en el año 1963. Engelbart no sólo inventó el ratón, es uno de los ingenieros más importantes en los orígenes de la informática y una figura clave en el desarrollo de los ordenadores.
Engelbart fue un auténtico visionario, un hombre que siempre estuvo adelantado a su tiempo. De hecho, casi no hay desarrollo informático con el que el nombre de Engelbart no esté relacionado: el hipertexto, las ventanas múltiples, la primera videoconferencia de la historia, el “groupware” (trabajo en grupo), el correo electrónico y los ficheros de imagen y sonido a él asociados e incluso Internet (gracias a su trabajo creando ARPANet). Durante muchos años, Engelbart dirigió el Instituto Bootstrap. Su objetivo era aumentar el coeficiente de inteligencia colectivo y el potencial de las computadoras para asistir a las personas en la toma de decisiones complejas. En 1997, le fue concedido el premio Lemelson-MIT, del Instituto de Tecnología de Massachusets. Este premio, el mayor del mundo para un investigador, estaba dotado con medio millón de dólares. Su mérito no es haber inventado el ratón, sino “haber descubierto el interface entre los ordenadores y los seres humanos”.
En las últimas décadas de su vida fundó el Douglas Engelbart Institute, en el que investigaba con el objetivo de humanizar cada vez más la tecnología.
Este primer prototipo de ratón no era el primer dispositivo apuntador con el que Engelbart había experimentado: en su afán de expandir el intelecto humano mediante la tecnología, sino que ya había creado otros artilugios para el control de los ordenadores mediante el movimiento corporal. Uno de ellos permitía controlar diferentes comandos con la barbilla o incluso con la nariz, gracias a un artilugio que el usuario debía colocarse en la cabeza. De todas sus creaciones, fue el ratón la que acabó por convencer más a Engelbart por su simplicidad y conveniencia.
Pocas semanas antes de que Engelbart mostrara al mundo su primera demo de
ratón, la compañía Telefunken se le adelantó lanzado al mercado su primer ratón, el primero en ser comercializado en la historia. Este ratón, a diferencia del de Engelbart, utilizaba una pequeña esfera para trasladar el movimiento de la mano a la pantalla. A partir del año 1970, este ratón fue incluido en todos los productos y ordenadores de Telefunken Computers. De hecho, algunos modelos del año 1972 aún se conservan, funcionando correctamente.
Xerox fue la segunda compañía en la historia en lanzar un ratón como dispositivo apuntador de sus máquinas en 1973. La llamada “Alto” fue considerada la primera computadora para usar como desktop que poseía una interfaz gráfica basada en el uso del ratón. Otra máquina que fue famosa por incorporar como parte del sistema un mouse, fue la Xerox Star, en 1981, conocida oficialmente como Xerox 8010 Information System. Esta también fue una de las primeras computadoras en incorporar otras tecnologías, más comunes en las computadoras actuales, como redes Ethernet, servidores de archivo y de impresión. Pero a pesar de los esfuerzos de Telefunken y Xerox, y del aporte original de Douglas Engelbart, el ratón pasó prácticamente inadvertido para el gran público hasta el año 1984.
En ese año, Apple lanza el primer Apple Macintosh, que incluía una versión
optimizada y mejorada de su ratón propietario: el Lisa Mouse. Una característica destacada de este modelo es que, en vez de usar una bolita de goma, usaba una esfera de metal. Este fue el modelo que estableció el estándar de un único botón para todos los mouses de la empresa, durante cerca de 20 años. El éxito del sistema Apple llevó a la estandarización del ratón tal y como lo conocemos hoy en día, y también contribuyó de manera decisiva a la evolución tecnológica del propio ratón.
De los ratones mecánicos hemos pasado a los ópticos y de estos últimos, a los láser. Las últimas evoluciones han visto ratones 3D y ratones táctiles, además de sistemas de control de movimiento y voz como Kinect.
Durante 1980 se realizaron muchas investigaciones sobre el Mouse óptico, pero no fue hasta 1999 cuando se dio el salto de los ratones mecánicos a los ópticos y surgió el primer modelo comercial de este tipo. El IntelliMouse con IntelliEye, de Microsoft, que “funcionaba sobre casi cualquier tipo de superficie”.
La principal diferencia era el hecho de que la bolita del mouse mecánico fue sustituida por un LED infrarrojo, con la ventaja de que este modelo no acumulaba suciedad. La serie IntelliMouse fue la primera en incorporar el scroll Wheel, la rueda de scroll entre los dos botones y que sirve para manejar la barra lateral que hace subir y bajar el contenido de una ventana, especialmente útil para desplazarse a lo largo de grandes bloques de texto. Tampoco hay que olvidar los modelos ergonómicos y cordless, sumamente útiles hoy en día.
Posteriormente el ratón evolucionó y el LED fue sustituido por un láser, invadiendo el mercado en 2004. La evolución de los mouses no termina ahí, actualmente los mouses incorporaron giróscopos, lo que permite que no sea necesario utilizarlos sobre una superficie física y plana y que además requieren sólo algunos pequeños movimientos para que el cursor se mueva, reduciendo de esta manera el cansancio físico.
Otra innovación son los llamados mouses 3D, desarrollados especialmente para la edición y navegación de imágenes en tres dimensiones, aunque no se limitan solamente a ese tipo de uso. También surgieron nuevos modelos, a los cuales se les puede añadir efectos que generan sensaciones, como por ejemplo, hacer que el dispositivo vibre al estar el cursor sobre algún elemento gráfico. Es necesario mencionar un dispositivo como el Kinect, de Xbox 360, el cual puede servir de guía para el desarrollo de los mouses del futuro, en donde, no sea necesario coger con la mano ningún elemento para mover el cursor.
El invento de Engelbart acompaña hoy cada ordenador que se produce en el mundo. Desde el primer ratón, fabricado en madera, hasta hoy, apenas ha necesitado modificaciones. Existe, eso sí, una amplia variedad de modelos y tipos, con diferentes funciones. Por ejemplo, Apple mantiene los ratones con un solo botón. Su uso es sencillo: apuntar el cursor y hacer click para señalar o doble click para ejecutar. Y eso es todo.
Sin embargo, otros fabricantes incluyen ratones con tres y hasta cuatro botones. Estos pueden programarse a voluntad para ejecutar diversas funciones. Por ejemplo, quien lo usa decide que el segundo botón, al apretarlo, corte o pegue el texto seleccionado. Y que el tercero, al presionarlo, abra el módem y establezca una conexión con Internet. Hasta 30 funciones diferentes se pueden asignar a los botones del ratón, dependiendo de la versión de Windows que se tenga.
-Sabías que curiosamente Engelbart nunca ganó dinero por su creación: la patente que le fue concedida, caducó mucho antes de que el ratón se estandarizara en todo el mundo.
-En el año 1984, poco después de que los primeros ratones vieran la luz en el mercado, el columnista y crítico especializado en tecnología, John C. Dvorak, realizaba este agudo comentario: “no hay evidencias de que la gente quiera utilizar el ratón”. Todo un visionario que seguramente estaría buscando todavía cómo esconderse de aquellas palabras.
-Aunque tardó muchos años en popularizarse, se ha convertido en algo real y cercano. Tanto, que ya se han vendido 350 millones de unidades en todo el mundo.
-Gracias al ratón se han podido desarrollar los sistemas operativos mediante ventanas, como Mac OS y Windows. Y luego la navegación por Internet.
-En el momento de ser patentado su nombre oficial, tal y como figura inscrito en el registro, fue “X-Y Position Indicator for a Display System” (Indicador de Posición de X-Y para un Dispositivo de Pantalla).
-La patente adjudicaba todos los derechos a la Universidad de Stanford. A Engelbart le dieron un cheque de 10.000 dólares, una pequeña fortuna en la época, pero una miseria comparado con el valor que hoy tienen esos derechos.
-En la actualidad, Logitech fabrica alrededor de 50 millones de unidades anuales. Más de la mitad de su producción la comercializa a través de otros fabricantes, como IBM, Hewlett-Packard, Compaq o Apple.
-Cuando Vinton Cerf envió el primer mensaje de correo electrónico a través de ArpaNet (la precursora de Internet) el receptor era, ¡cómo no!, fue Douglas Engelbart.
-El primer ratón fue presentado en sociedad en diciembre de 1968, en el Civic Auditorium de San Francisco. Durante 90 minutos, se hizo una presentación multimedia de un sistema informático interconectado en red. Además del ratón, aquélla fue la primera vez que el público pudo ver el sistema de ventanas (windows) que luego popularizarían Apple y Microsoft. También se hizo la primera exhibición de hipermedia, el mecanismo que permite la navegación por Internet, y de videoconferencia.
-El curioso nombre de “ratón” (mouse) se utilizó desde los comienzos del dispositivo y se debe a su parecido con dicho roedor. Fue muy posterior el intento de convertirlo, forzadamente, en un acrónimo (“Manually Operated User Selection Equipment”). Al principio también se le llamaba bug (bicho), pero finalmente prevaleció mouse.
-El ratón formaba parte de un proyecto mucho más ambicioso: aumentar la inteligencia colectiva. Para ello se fundó el Augmentation Research Center en la Universidad de Stanford, California. Engelbart estaba convencido de que la informática podía usarse para incrementar la inteligencia humana y para colaborar en la solución de problemas complejos. Algo que hoy, en la era de Internet, parece evidente. Pero que no lo era tanto entonces, en 1951, cuando los ordenadores prácticamente no se usaban para otra cosa que para hacer cálculos numéricos y ni siquiera existían más de dos docenas de computadoras en todo el mundo.
Hay que tener en cuenta que todo lo que quisiera hacerse en un ordenador de la época, como ejecutar un cálculo numérico, debía comunicarse al ordenador mediante instrucciones escritas en algún lenguaje informático. Para que el ratón tuviera pleno sentido, era necesario crear ordenadores con un entorno gráfico. Y en ello estaba trabajando también el equipo de Engelbart. Sin ellos, el ratón sólo serviría para desplazarse arriba y abajo, adelante y atrás, en los enormes bloques de texto e instrucciones.
¿Está el ratón está condenado a desaparecer en un futuro? Esta idea la defienden los máximos directivos de Logitech, el mayor fabricante mundial de ratones, por paradójico que parezca.
Según comenta David Talvy, director general de Logitech en España y Portugal, “en el futuro, el cursor en la pantalla se moverá con los ojos”. De hecho, hoy en día ya se está avanzando en el reconocimiento de los movimientos del usuario, de tal forma que si éste mueve la mano delante de una cámara, el ordenador capta sus gestos. Finalmente, el ordenador será capaz de detectar los movimientos de la pupila y reaccionar en consecuencia.
Hasta que esto ocurra, hay otra tecnología que puede imponerse y desplazar al ratón: la del reconocimiento de voz. Por ejemplo, el software ViaVoice de IBM, ya permite ejecutar comandos como “abrir ventana”, “cerrar programa” o “abandonar Windows”. Del mismo modo, se podrá dar instrucciones del tipo “mover cursor hacia arriba y a la derecha” o “hacer doble clic”. Parece demasiado lento, pero siempre se puede abreviar: con “arriba”, “abajo”, “a la derecha”. O, en este caso, “acabar”.
Mítica novela americana del conocido premio nobel de literatura John Steinbeck. Al hilo de su título quería hacer una reflexión a modo de despedida de este blog. En nuestra sociedad hay dos caminos a seguir: el de la realización, la ética y la bondad y el de moverse a otro nivel, mucho más bajo y ruin. En la vida cada uno elige el nivel en el que se quiere mover, en la vida cada uno elige ser hombre o ratón.
El hombre anda, camina y en estados muy puros incluso levita, alcanza un nivel de realización personal. El ratón por el contrario se arrastra, va por debajo, trama, urde, escudriña…Cada cual es libre de elegir el nivel en el que quiere moverse, en el que realizarse, cada cual elige en la vida ser hombre o ratón. Esta es una gran reflexión para todo el colectivo que conforman las grandes empresas, los gobernantes, las universidades… ¿demasiados ratones?, ¿pocas personas?
Elegid vuestro camino de acuerdo con lo que vuestro interior os dicte, elegid vuestro camino sin olvidar que lo más importante, pese a lo que muchas veces nos inculcan, son las personas. Muy por encima de muchas otras cosas mucho más banales y superficiales, creed en las personas, es lo que os hará caminar de pie, es lo que os evitará arrastraros, creed siempre en vosotros, elegid ser hombres, pese a lo que os dicten, jamás os arrepentiréis ni avergonzareis de ello, yo he elegido andar y crecer, y eso es algo tan grato y satisfactorio que nada, ni nadie podrá jamás destruirlo.
Muchas gracias como siempre por leerme y compartirme. Un último consejo CAMINAD SIEMPRE COMO HOMBRES…OYE el viento.